Y dicen, y dicen, que sabe crochet

Y yo no lo niego, pero nunca he terminado una pieza, exceptuando ese sweater que me queda enorme pero me encanta. Ahora estoy haciendo una mantita para Oliver, el hijo de Simon. Espero no ser como mi madre, que todavía está por acabar una que empezó antes de que yo naciera.

Pienso en mi madre en estos días, en el que soy personaje secundario de un paisaje triste y agotador. Doy gracias de que siempre haya estado a mi lado, y de que haya sido tan buena madre. De que haya tirado para adelante, que haya sido valiente. Pienso en cómo lo pasaré cuando me toque verla morir (si es que no me voy yo antes). No quiero pensar en eso. Cambiemos de tema.

Este fin de semana toca Pride, y por supuesto estoy preparada. Aunque este no será como los demás, pues me toca un Pride a la inglesa, y no voy a estar con MiPrimo y fauna, como es tradición. Probemos algo nuevo... esperemos que salga bien.

19 días para tener 29. Últimamente los años han pasado volando, de hecho ya no recuerdo cuando fue la primera vez que pisé Brighton... tendré que volver a repasar este blog. De una cosa estoy segura: desde el primer momento en el que ví la estación y el edificio donde se aloja el Grand Central, el cual es uno de mis pub favoritos, decidí que me quedaría por mucho tiempo... obviando un año de lapsus, claro. Sé que aquí cumplí mis 25. Y también sé que cumpliré mis 30.
Es que vivo en Brighton... y Brighton Rocks.