Me equivocaría otra vez

La suerte está echada.

Ya tengo la fecha del examen: 23 de junio; presentación y entrega de la programación anual: 22 de junio.

Sí amigos, mi funeral se acerca. Intentaré arreglarmelas como pueda, y bueno, hacerlo decentemente. Supongo que siempre he pensado que no estoy capacitada para este tipo de cosas, y yo misma me he limitado a la hora de enfrentarme a los exámenes, intentando olvidarlos de la manera más alcohólica posible, hasta que ves que se te vienen encima y te tienes que tragar los nervios y la irresponsabilidad. Qué se le va hacer, ya estoy vieja para cambiar. Al menos me siento un poco aliviada porque sé que dentro de 12 días ésto se termina y sigo con otra etapa. Para bien o para mal. Lo único que quiero es encontrar trabajo y salir de esta situación que está acabando con mis nervios.

Pues eso, hasta aquí mi crónica. Lo peor, lo mejor o lo que simplemente me caracteriza (como lo quieran ver) es que, como diría Fito, me equivocaría otra vez. Con todo. Nunca se me ha dado bien echar la vista atrás. Y como tengo esta maldita canción metida en la cabeza, quizá por estar presente y recordarme momentos vividos en universos paralelos donde nada es real (o no es real lo que no piensas y por tanto no existe), la pongo aquí y que ustedes la disfruten.

Me equivocaría otra vez

Se torció el camino

tú ya sabes que no puedo volver,

son cosas del destino

siempre me quiere morder.

El horizonte se confunde con un negro telón,

y puede ser...

como decir que se acabó la función.

Ha sido divertido

me equivocaría otra vez,

quisiera haber querido

lo que no he sabido querer.

¿Quieres bailar conmigo?

Puede que te pise los pies.

Y soñaré solo porque me he quedado dormido.

No voy a despertarme porque salga el sol

yo se llorar una vez por cada vez que río.

No sé restar,

no sé restar... tu mitad a mi corazón.

Puede ser que la respuesta sea

el no preguntarse por qué,

perderse por los bares

donde se bebe sin sed.

Virgen de la Locura,

nunca más te voy a rezar

que me he enterado

de los pecados que me quieres quitar.

Será más divertido

cuando no me toque perder.

Sigo apostando al 5

y cada dos por tres sale 6.

Yo bailaría contigo

pero es que estoy sordo de un pie.

Soñaré solo porque me he quedado dormido.

No voy a despertarme porque salga el sol,

yo se llorar una vez por cada vez que río.

No sé restar,

no sé restar... tu mitad a mi corazón.

Fito y Fitipaldis