Descansemos en paz

Después de unas semanas física y mentalmente agotadoras al fin he terminado las jodidas oposiciones. Y total, tanta mierda para nada, porque las voy a suspender (ésto lo dejo como nota informativa). Como siempre y para no dejar las malas costumbres, mi desorganización, pocas ganas y dolores de cabeza debido a estos nervios asquerosos han hecho aparición en el momento más oportuno: la exposición. Y vaya, que con el inglés me he salido, sobre todo teniendo en cuenta el nivel del tribunal... pero no ayuda mucho que se te olviden tooooodas las actividades que tenías pensado exponer, a parte de el resto de la información relacionada. Así que, lo que debería de haber sido una ponencia de casi dos horas se ha convertido en una charla de media, y así, prefiero no ir ni a mirar las notas. Pero bueno, digamos que en cierto modo me lo esperaba y que tampoco estoy hecha polvo, y para celebrarlo me he pegado una mega sobada de más de doce horas y esta noche me voy a jugar a los dardos. Como siempre mi mente ha experimentado lo que ya va siendo habitual en mí: "síndrome de inversión de prioridades", es decir, pasarme por el forro de los cojones lo que debería de importarme, véase oposiciones, como método de evasión, y pasar a un primer plano el resto de mierdas que habitan en mi cabeza, véase Brighton, ganchillo, playa, fiestas, tíos, etc. Y la verdad es que la suerte no ayuda, igual que unos nacen con una flor en el culo, pues yo con un cardo borriquero. Si no ¿cómo se explica que mi casa parezca una barraca llena de horribles insectos, siempre me guste el tipo menos indicado, o, lo más importante, me lleguen las ofertas de trabajo a destiempo? Porque sí, queridos amigos, a un mes de mi llegada me ha llegado una oferta de trabajo bastante interesante, como tutora de español, pero va a estar jodido que lo pueda desempeñar, porque el puesto en cuestión es en Brighton, y no creo que estén dispuestos a que lo haga a distancia. Como dice Loli, menos mal que tengo buen ánimo, y unas buenas reservas de potasio, porque si no ya estaría depresiva de cama y tranquilizantes.

Y el lunes a echar currículums, unos para los colegios y otros para el típico currito de verano, que ya estoy harta de ratear a mi madre. Menudo verano me espera.