Donde dije Victor digo Diego

Me muero de pena.
Vale que puede que sea el momento depresivo post fiesta pero de verdad que estoy triste, porque este post es todo lo contrario a lo que escribía en el último. Españoles, ElNiño se ha ido. Ha abandonado la casa. Y me ha dejado mirando a la puerta cada vez que voy al baño para ver si lo veo snifffff. Pérdida irreparable.
Yo estaba encaprichada con el otro, el Número 3, incluso al principio de venir a esta casa ElNiño, pero nada... que poco a poco me ha ganado. Y de que manera.
Ya era consciente de que esto me podría pasar, porque soy bastante propensa a este tipo de situaciones pero joder... “mis amigos me dijeron...” Y, por supuesto, no les hice caso. Que es guapo, guapo, guapo ya lo sabía, pero lo que no sabía es que:
1. Es guapo cuando se pone guapo.
2. Es guapo por las mañanas.
3. Es guapo cuando está borracho.
4. Es guapo cuando está de resaca.
5. Es guapo cuando está de malísima hostia.
6. Es guapo cuando está de buenas.

7. Es guapo cuando te cuenta sus penas y parece que se va a poner a llorar.
8. Es guapo cuando me da abrazos (muchos muchos muchos)
Y eso que los primeros días casi ni nos dirigimos la palabra, puesto que el niño es bastante tímido y rancio, para que lo vamos a negar, y se encerraba la mayor parte del tiempo en su habitación. Yo incluso varias veces me puse de mala hostia por su comportamiento hostil y victimista y hasta lo torturé un poco repitiendo hasta la saciedad canciones tristísimas de Elvis. Pero una noche que venía como una cuba nos pusimos a hablar sobre sus problemas amorosos y se creo un vínculo: primer paso. Y ya después lo típico: varias conversaciones más, me puedes poner las cuerdas de la guitarra, me dejas este libro, una peli.... un encanto de niño, y yo con la baba colgando. (Segundo paso). Ahí ya caí en la cuenta de que me estaba empezando a entrar por el ojo, pero ayer fue la confirmación: este niño me gusta más que el gazpacho de mi abuela, que ya es decir.
Ayer, por cierto, fue el regreso de Los Gudenyús a escena, y fue increíble, se salieron como siempre, y después de meses esperando la emoción era palpable...
Después nos fuimos de fiesta y, con la alegría que te dan esas cosas que te tomas cuando sales, estuvimos toda la noche dándonos abracitos, que si mi niño, que te voy a echar de menos, que tío más de puta madre eres, que tú lo eres más... Dios, no le salté al cuello de milagro. Encima hoy nos despedimos, y otro abracito más, y otro te voy a echar de menos, y ya ahora nos tenemos que ver más a menudo no?, y en fin de año vienes a la fiesta... Yo me muero. Quiero verlo ya!!!
Pregunta: Si en un caso hipotético (muy muy hipotético), yo le gustara ¿en vez de tantos abracitos por qué no pasa a lo siguiente???
Posible respuesta: Dice Almu que he plantado la semillita, que este tío es muy lento para estas cosas a la par que tímido.. pero yo creo que con la de tías buenas que tiene pegadas siempre en cuanto se le pase el mal de amores mirará alrededor y se pondrá a follar como un loco. Y yo quedaré en esto: la exhousemate y “amiga” de puta madre que un día te ayudó a superar el que la parienta te abandonara. Punto. Así que supongo que me tendré que seguir conformando con los abracitos que me de cuando esté como el culo, con el recuerdo de cuando vivía en esta casa y con una camiseta que se ha dejado olvidada en el tendedero (jejejeej).
No dura la alegría en la casa del pobre ¡JODER!