Emociones inesperadas

Hace un mes un chico que viene todas las mañanas a comprar pan y leche me pidió una cita. Yo estaba sola en la caja, y eran como las 8 de la mañana, así que medio dormida y medio asustada le dije que no. Hace tres semanas, mis compañeras de curro le dijeron que aceptaba la cita, y él vino (tan guapo) a darme su número de teléfono. Pero no lo llamé.. hasta hace una semana. Yo seguía medio liada con ElniñoquemegustaBA, esperando que se decidiera de una puta vez si quería algo más estable conmigo o no. La soledad hace mucho, sobre todo sabiendo que él no es mi tipo para nada y que, como le digo a mis amigas, si estuviera sana mentalmente y no tan carente de afecto, nunca y digo NUNCA me hubiese fijado en él. Pero es lo que tiene la soledad y la necesidad de cariño, le da poder al más pintado. Aún siendo un niñato emocional (pero muy divertido, que le vamos a hacer).

El jueves pasado vinieron Lolita y Bruji, y yo, en mi yo más indecente, irresponsable y egoísta, tenía al NiñoquemegustaBA durmiendo en mi cama, justo después de decirme que se había liado con otra ("pero solo besos, que no me acosté con ella.."). Y dejé a mis amigas más de una hora a horas indecentes de la mañana en la cocina, esperando a que él se levantara. Nunca más.

Esa misma mañana, al fin, le mandé un sms al chico de la cita, y afortunadamente todavía se acordaba de mi, y me llamó.

Hace una semana justa nos vimos por primera vez. Yo me tomé dos cervezas a la velocidad del rayo y le dije a mis amigas que en una hora justa me llamaran porque.. bueno.. una cita "a ciegas" no suele dar muy buena espina (y yo nunca había tenido una), y ya se sabe: los incomodos silencios, las explicaciones de tu vida.. encima como ÉL es inglés, pues imagínate que difícil.

Nos pasamos tres horas hablando, sin conocernos de nada compartimos opiniones de todo tipo.

El Domingo lo volví a ver: me invitó a comer. Y estuve con ÉL hasta las 3 de la mañana.

Llevamos una semana viéndonos todos los días. Es increíble las cosas que tenemos en común: empezando por nuestros estudios y gustos, y terminando por las anéctodas más increíbles.

Yo vine aquí siguiendo un plan muy estudiado: estar sola. Aprender a estar sola. Y de repente, y como pasa siempre, las cosas más inesperadas te pasan cuando estás mirando para otro lado.