Life is a Cabaret

lafugitivaebria@yahoo.es

jueves, octubre 18, 2007

Estimado anónimo:

Estoy dudando entre si eres algún conocido picajoso, que conozco a varios, o simplemente un desconocido aburrido. En primer lugar, me quejo de lo que me sale de los cojones porque para eso es mi blog y no el tuyo. Cierto que eres libre de comentar, pero si no te gusta lo que lees pues a otra cosa mariposa. Segundo, creo que no me conoces, o tienes que buscar una excusa para argumentar tu mierda de comentario, porque yo nunca viví del cuento en Brighton, siempre tuve un trabajo en el que currar. Como verás a mi no se me caen los anillos gilipollas, pero si tengo ganas de decir que estoy cansada porque sí, ya sea porque echo de menos a la gente o porque me sale de la polla lo digo, ¿algún problema?. Mejor vete a leer algo que sea más interesante, porque en una cosa tienes razón, aquí no vas a descubrir nada nuevo. Así que si no sabes de lo que estás hablando mejor me ahorras estas pérdidas de tiempo.
Con todo mi cariño,
La Fugitiva Ebria.

viernes, octubre 12, 2007

Cansada

Hoy ha salido un sol radiante. Un día de playa en toda regla. Pero yo he tenido que currar, y estoy muy muy cansada. He entrado a las 11 y he tenido tres horas de descanso, después he vuelto para quedarme a cerrar la tienda. Y se me estaban cerrando los ojos en el curro pero eso es lo que significa tener dinero a final de mes. Tener dinero para comprar, comer y poco más, porque no tengo vida. En serio, no la tengo. Trabajo cinco días a la semana, me voy por la mañana de mi casa, duermo un par de horas al mediodía y vuelvo por la noche. Y a nadie le importa una mierda. Pero bueno, el trabajo dignifica. Y yo soy muy digna, no?. Digo yo...
Echo de menos Brighton.

lunes, octubre 01, 2007

Arriba las manos

Esto es un atraco. Y no es ninguna metáfora, va en serio. El jueves, muerta de ganas de librar y por fin tener una noche simpática, salimos a donde siempre. Pero al ir por la calle derechitos a cerrar el último bar.. sorpresa!! Un coche pega freno de mano en plena carretera y se bajan dos mataos hijos de puta martillo en mano. Sí, era un martillo pequeñito, nosotros estábamos pelaos (treinta euracos que me sacaban de la miseria hasta cobrar)... Pero que el susto nadie me lo quita. Fuimos a poner la denuncia, y yo tan pancha. Al día siguiente, igual de pancha. El sábado fui a trabajar. Ver a tanta gente me puso nerviosa e intentar reconocerlos, más. Me daban ganas de vomitar, de llorar... Y hoy a comisaría otra vez, a seguir con el rollo. Horas perdidas en el trabajo, más nervios, dudas, ganas de retirar los cargos y olvidarme de esto de una puta vez. Sí, no fue para tanto, pero me ha dejado mal cuerpo. Otra historia más que contarle a mis nietos :S